EXOPOLÍTICA
Ana, Elisa, El Ruso, Yelmo, Pifa, Antonio, Jonás y Manuél, faltaban Natasha, Arco y el Pepe, habían muerto el pelotas y Roberto, estaban todos de retén de mes y cada uno teníamos obligaciones que cumplir para con la tribu, cada uno teníamos y formábamos parte de diferentes células que funcionaban en conjunción individual, si algo le pasaba a alguien terminábamos por enterarnos rápidamente y no paralizaba nada, pero ahora habían estado a punto de paralizarnos a todos.
El plan era fácil, eso era lo bueno de todo aquello, que las posibles soluciones son siempre fáciles. Teníamos que contactar con el resto, correr la voz, y eso era relativamente fácil. Allí no podíamos conectarnos, más tarde o temprano vendrían buscando a Martinez y su compañero y comprobarían la propiedad.
Teníamos que reunirnos en un sitio técnico, eso implicaba que tendríamos que exponernos, aunque pudiéramos intentar escondernos aún no sabíamos a qué nos enfrentábamos. Sabíamos que necesitábamos aislar un gusano para poder ver el disco sin ser detectados, sabíamos que necesitábamos crear una distracción para evitar ser detenidos y entretener al sistema, sabíamos que nuestra vida corría peligro y que no teníamos mucho tiempo para estar parados en el mismo sitio, una vez tras otra habían dado con nosotros, quién sabe qué les había pasado a los demás.
Lo que hacíamos por la humanidad era poner la información a disposición de las personas, destapar la corrupción que reinaba en el planeta Tierra, pero al parecer lo que había en el disco nos había situado en una parte del juego en él, más bien porque pones a tu familia y conocidos en el punto de mira de asesinos, con los que nadie quiere jugar.
Ana relató de nuevo lo que habían logrado ver del disco, antes de que una descarga se llevara al pelotas. Al principio se veían imágenes de personas que reaccionaban a diversas infecciones por agentes víricos. Se hinchaban hasta explotar, sudaban sangre hasta que expulsaban una especie de gelatina roja por todos los capilares, espasmos que hacían que los huesos se rompieran entre vómitos y de repente aquella luz. Ana se giró bruscamente, como si acabara de ver de nuevo aquello, Elisa también reaccionó.
Ana comentó que la noche anterior Roberto le había comentado además lo que le pasó con Jonás en la depuradora. Jonás se tensó, era fácil ver cuando estaba tenso, miraba a todas partes, cambiaba de posición a cada segundo, era como si le estuvieran quemando. Ana sollozó, se sentía cansada y deprimida por la muerte de Roberto, nos miró y dijo. Roberto estaba copiando el disco, me contó que había muchas secuencias de experimentos con humanos, todas eran con agentes diferentes y había cientos de miles.
Por lo visto en el disco también salían una especie de contenedores donde se conservaban humanos, se hacían réplicas cyborg-biónicas en unos laboratorios increíbles e imposibles tal y como conocemos la nanobiotecnología, domótica o electro campos, impulso de flujo frío y más allá del bosson.
Era imposible que los militares no estuvieran metidos en esto, quizá una de sus black opp descontroladas o una serie de programas espejo para tapar los programas auténticos dijo Arco, que aparecía como lo hacía Jonás habitualmente. Tenemos que marcharnos, nos buscan todas las agencias, vengo con Natasha, la han intentado matar esta tarde en la embajada americana, una agente española del cni muerta y un tirador desaparecido.
Cuando salimos fuera nos sorprendimos, había dos enormes helicópteros que no hacían ruido, provocaban viento, pero no hacían ruido, es impresionante lo mucho que desconocemos los adelantos, aunque tratándose de Natasha, todo es posible.
Tenemos que saber qué mierda hay en ese disco, hay que ir al laboratorio, el otro helicóptero va a la base fenix, le hizo una seña al piloto y nos elevamos como si fuéramos lechuzas.
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